Nos convertimos en plantadores de ideas y emprendedores de ilusión.
La tradición dice que, cada persona, en su existencia, puede tener dos actitudes: construir o plantar.
Los constructores pueden tardar años en sus tareas, pero un día terminan aquello que estaban haciendo. Entonces se paran, y quedan limitados por sus propias paredes. La vida pierde el sentido cuando la construcción acaba.
Pero existen los que plantan. Éstos sufren con las tempestades y raramente descansan. Al contrario que un edificio, el jardín jamás para de crecer. Exige la continua atención del jardinero y permite que, para él, la vida sea... una gran aventura.
Hemos logrado, entre todos y todas, con asambleas, reuniones, sugerencias y aportaciones, concluir que nosotros podemos cambiar, modificar, intervenir en el colegio, en el espacio próximo que nos rodea. Con ayudas y sin ellas, con dinero y sin él, con crisis o sin crisis, partiendo de lo que tenemos y sabiendo a dónde queremos llegar pero siempre con ilusión, con ganas, optimismo y colaboración.
Vamos a ser los aventureros de los que habla Paulo Coelho.
La maquinaria de IMAGINAR PARA EMPRENDER ha comenzado a funcionar.
¡0jo con este cole! No nos perdáis la pista. Lo vamos a conseguir.